Las emociones son una parte importante de nuestro motor. A veces, pueden ser demasiado intensas o demasiado frecuentes, como puede pasar con la ansiedad. No saberlas gestionar nos puede traer un gran sufrimiento o incluso desarrollar un trastorno emocional. Detectarlo y diseñar una intervención para su regulación es el trabajo del psicólogo.
La relación que establecemos con la comida y con nuestro cuerpo son muy importantes para mantener en buen estado nuestra salud mental. Las presiones que ejercen el mercado y la sociedad sobre nuestro autoconcepto hacen peligrar esta buena relación. El psicólogo, con tu médico y tu dietista, pueden ayudarte en este camino.
Por mucho que nos encontremos en un momento en donde la calidad de vida del colectivo LGBT ha mejorado bastante, las personas que formamos parte de él seguimos estando expuestas a los efectos del estigma y el rechazo que ejercen una parte de la sociedad. El estrés que genera esta situación también nos puede llevar a pedir la ayuda de un profesional.